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Escribir para sanar


Escribir es una estrategia terapéutica que puede practicarse como un hábito; existen muchos ejercicios que se pueden realizar algunos más complejos que implican una dirección por parte de un profesional, pero hay otros más sencillos que puedes llevarlos a cabo como parte de tu vida cotidiana.

Escribir para sanar | Psicología del Espíritu | México

En esta ocasión te hablaré acerca de ejercicios muy sencillos y prácticos que representan una manera de aliviar, desahogar y elaborar emociones que vives todos los días, toma este ejercicio como esa ducha que tomas para dormir más fresco, o el té que te preparas para consentirte o como el masaje de pies para relajarte, es el apapacho a tu corazón y tu manera de quitarle las cargas del día.

Como tip general es muy recomendable que tengas una libreta en tu mesita de noche de preferencia de espiral para que en caso necesario puedas arrancar las hojas.

A continuación te daré algunas ideas que puedes llevar a cabo a diario:

1. Creatividad. Anota tus ideas creativas sobre ese proyecto laboral o bien esas ideas conciliatorias que compartirás con tu pareja o tus hijos para que la relación se fortalezca. Las mejores ideas llegan al despertar o al dormir, anota aquellas que incluso te parezcan disparatadas y anota todo lo que venga a tu mente y realiza asociaciones de ideas entre unas y otras, con el paso del tiempo tu escritura será más fluida y lo más creativo y disparatado se convertirá en ideas totalmente propositivas y realizables.

2. Agradecimiento. Parece trillado pero muy mal que te esté yendo siempre hay detalles que pasas por alto debido a que prestas atención a lo que te falta. El agradecimiento crea un estado de fortaleza y motivación emocional, mental y física que te predispone a la abundancia y te vuelve más receptivo a las oportunidades de la vida. Así que abre tu libreta y antes de cualquier cosa agradece al menos una cosa al día por la mañana y por la noche, al paso de un año tendrás 365 cosas que agradecer y será increíble recordarlo al finalizar la semana, el mes y el año.

3. Autodescubrimiento. Este tipo de ejercicios son muy variados, algunos muy complejos y otros que requieren de seguimiento, te propongo uno en el que está implicado el mecanismo de defensa de la proyección y que es muy útil para descubrir ese lado B que desconoces, o bien que no aceptas y rechazas pero que es precisamente en tus relaciones interpersonales donde lo puedes ver con más claridad.

a. Elije un problema o conflicto que tengas con alguna persona, también puede ser con un concepto como el éxito, el dinero o la salud.

b. Divide la hoja a la mitad y del lado izquierdo escribe en breves pero descriptivas frases lo que te molesta o te causa conflicto, por ejemplo: "Esa persona es una abusiva", "El dinero se me va como agua", "Mi marido no me comprende". Escribe todas las ideas que tengas acerca del tema que más llama tu atención.

c. Del lado derecho cambia la frase y redáctala en primera persona y escríbela de nuevo, también funciona convertir los verbos en antónimos o señalar la responsabilidad propia en el hecho, por ejemplo: "Yo permito que abusen de mi", "Permito que el dinero se vaya de mis manos fácilmente", "Yo no me comprendo a mi misma".

d. Cuando termines léelo con calma y disposición mientras respiras; quizás haya frases que te hagan más sentido que otras. Reflexiona al respecto y si te resuenan, realiza los cambios que creas pertinentes.

4. Desahogo. Para esos momentos en los que te sientas fatal, tengas rabia, resentimiento, frustración, tristeza, miedo o incertidumbre; reconoce todas las emociones que estés experimentando, toma una por una y escribe en una hoja todos los pensamientos relacionados con cada una de las emociones. Este ejercicio quizás te lleve días, no importa tómate el tiempo que necesites. También es probable que descubras cosas que no habías considerado y te des cuenta de patrones o ideas repetitivas, lo cual es muy valioso y es material ideal para trabajarlo en una psicoterapia. Al finalizar arranca esa hoja con toda la intención de que al hacerlo también se vaya de tu mente, de tu corazón y de tu cuerpo, rómpela y tírala de preferencia fuera del trabajo o de tu casa.

5. Decretos. Escribe todas aquellas ideas de las cosas que quieres hacer o tener, de cómo te quieres sentir, cómo quieres vivir, de la persona en la que te quieres convertir y del ambiente en el que te quieres rodear. Además de ser breve, redáctalas en primero persona, en presente y en términos positivos; léelos a diario por la mañana y por la noche, imagínate y siéntete como si ya lo estuvieras viviendo.

6. Aclarar ideas para comunicarlas de manera efectiva. Sucede que tienes la necesidad de hablar sobre algo, aclarar temas con alguna persona o simplemente comunicarle algo que, por alguna razón, temes expresar en persona. Bien pues al escribirlo tienes la oportunidad de expresar todas tus ideas y de corregir verbos o adjetivos que expresen con asertividad lo que sientes y piensas; asegúrate de incluir no sólo cómo te sientes, sino también lo que necesitas y solicitas de esa persona, haz una propuesta en la que ambos ganen. Esta estrategia funciona excelente en adolescentes que no saben cómo comunicarse con sus padres, así que si de pronto tu hijo te entrega una carga, léela con todo tu corazón dispuesto pues te aseguro que le costó mucho trabajo hacértela llegar, aprécialo.

6. Listas. Las listas son estupendas para organizarte y administrar con más eficiencia tu tiempo y para lograr tus propósitos mismos que te ayudarán a tener una vida más satisfactoria. Toma tu lista de propósitos del año y con toda la sinceridad y realismo organiza la segunda mitad del año para que logres al menos una parte de ellos, divide las actividades que debas llevar a cabo por mes, por semana y por día. Y no te olvides de anotar la lista del super y de tus gastos diarios porque en tus finanzas se nota cómo manejas tus emociones.

Como puedes ver escribir es una gran herramienta con la que cuentas, pon en práctica estas ideas y verás como aquellos ejercicios que has aprendido en talleres, cursos y en libros también podrás ponerlos en práctica pronto.

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