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¿Cambiar o aceptarte?

No hay duda de que aceptarte a ti mismo es algo valiosísimo y una consecuencia inevitable si estás en el camino del desarrollo personal, porque no sucede de manera espontánea sino que es algo que debemos trabajar a lo largo de la vida debido a todos los cambios, reveses y sorpresas buenas y malas que vivimos mientras andamos por acá.



Trabajar en tu autoaceptación es conocerte a ti mismo para después quererte y respetarte; es justo cuando no te aceptas que sufres, así que la autoaceptación es indispensable para que se termine el sufrimiento y puedas ser feliz, porque es lo que te permite perdonarte y hacer las paces contigo mismo.


Además, la autoaceptación y la aceptación de nuestras circunstancias presentes es el primer paso para poder cambiar; en lo personal tengo la firme convicción de que las personas podemos cambiar y en efecto lo hacemos, en ocasiones sucede porque la vida nos lleva irremediablemente a eso y en otras porque lo decidimos antes de que sea demasiado tarde pero sin duda es algo que sucede y en ambos casos el paso previo siempre fue la autoaceptación y la rendición al darte cuenta que no puedes hacer nada por cambiar lo que sucede fuera de ti pero que sí puedes hacer todo por cambiarte a ti mismo; así que jamás le desees a alguien que no cambie, sino que se desarrolle, que crezca hasta convertirse en una mejor versión de sí mismo, en una mejor persona.


Cambiar es aprender, es decir, en el momento justo en el que aprendes, algo dentro de ti cambia, se transforma; así que no tienes que elegir entre cambiar o aceptarte tal como eres, sino que es necesario que primero te aceptes para que puedas cambiar y transformarte en aquello que puedes llegar a ser.


La excelente noticia es que, al margen de las circunstancias, depende de ti al 100%; el primer paso es reconocer que puedes cambiar tu manera de mirarte a ti mismo y de interpretar de una mejor manera lo que te sucede y hacerlo.



¿Cómo puedo aceptarme y cambiar?


  1. Date cuenta y observa la manera en la que te tratas. Escucha tu discurso interno ¿Es un discurso hostil, depresivo, pesimista, estresante? Cámbialo aunque al principio no lo creas, pregúntate honesta y concienzudamente ¿Por qué me cuesta tanto aceptarme? Observa si tu discurso es del tipo "Tengo que... debería ser... debería hacer"; observa si eres severo contigo. Dite a ti mismo (de preferencia frente al espejo) algo lindo y positivo sobre ti, rodéate de personas positivas y cambia tus hábitos malos por unos mejores.

  2. La autoaceptación conlleva autoconocimiento, así que revisa con cuidado si sabes cuáles son tus talentos y habilidades y observa lo que haces con ellos ¿Los compartes con el mundo? Si no es así, hazlo porque también se alineará con tu propósito de vida y eso te hará aún más fuerte y enfocado.

  3. Por último ¿Cómo te defines a ti mismo? Tu autoconcepto es la manera en la que te defines, lo que piensas de ti, lo que crees que puedes hacer y lo que no, lo que crees que eres o llegarás a ser y lo que no. Pregúntate ¿Qué tanto eres lo que te dijeron tus padres, los maestros, tus amigos, la sociedad? ¿Qué tanto lo crees? ¿Lo pondrías en duda para ser lo que tú quieres ser?

Tanto el cambiar como el aceptarte, ambos son un proceso, no son algo que logres de la noche a la mañana, pero de la noche a la mañana puedes dar el primer paso hacia una transformación que te puede llevar a crearte una vida extraordinaria.



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