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Cuando tienes que salir de tu casa hacia el banco o el centro comercial, lo que puedes percibir delante de ti no es la meta última sino tu puerta, tu coche y una parte de la calle, no ves más allá de la esquina, ni la avenida, ni el tránsito con el que te toparás, ni las personas que caminarán sobre la acera o cruzarán la calle; a lo mucho tan sólo puedes imaginarlo.
De la misma manera, cuando piensas en lograr tu propósito lo que ves es la meta última, muchas veces sientes frustración porque aún no estás ahí, pero lo que no tienes claro aún es que debes seguir ciertos pasos previos que te harán culminar tu camino.
Entonces lo que debes aceptar es que aún estás en el paso 1 y que debes alcanzar el paso 10, pero no antes de estar en el 2. 3, 4 y así sucesivamente. Así como es caminar, tu siguiente paso es el más fácil, obvio y natural para ti. Es aquel que probablemente ya le diste vueltas y aún no has dado por miedo, inseguridad o decidia, pero que a pesar de eso las puertas están abiertas para que lo des, las circunstancias son las ideales, y las facilidades se te han dado: Llega alguien a ofrecerte un boleto para esa conferencia, te llama un amigo para invitarte a trabajar con él, ves el anuncio de ese local en renta en el que habías deseado montar tu negocio, ¿Sabes a lo que me refiero verdad? Ese es tu siguiente paso.
Lo arriesgado de no dar ese paso, no necesariamente es que pierdas esa gran oportunidad; sino que tú pierdas tu motivación, te invada el miedo y la inseguridad o te quedes atrapado en tu zona de confort; eso sí que es difícil de superar.
Planear es una buena idea, aferrarse al plan en cambio es una pésima decisión. Tú puedes planear paso por paso todo tu proceso, pero más te vale ser flexible, creativo y valiente porque lo más seguro es que tengas que cambiar todo tu plan. Me refiero a que no tienes que saber todo el camino, sólo tu siguiente paso a dar y cuando estés ahí se te revelará el próximo y así sucesivamente.
Ten confianza en tu guía emocional que te ayudará a tomar las decisiones adecuadas y toma en cuenta que las cosas no necesariamente son como crees que deberían ser, de hecho parte de lo emocionante de vivir es tu capacidad de aprender cosas nuevas y en el camino, cambiar, aprender, expandirte y tomar los riesgos necesarios; aprender que perder te enseña más que ganar y que tienes la elección de disfrutar cada cosa que te pase mientras avanzas en el camino para llegar a tu meta.
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