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Estás en conflicto cuando te encuentras en medio de algo cuyas ideas o emociones se oponen con las ganas y el deseo que sientes por ello; por ejemplo: Quieres comer un rico postre pero te da culpa o bien quieres poner un límite en una relación pero te da miedo. ¿Cómo lo resuelves? ¿Cómo logras dar ese paso sin que la emoción o la idea que tienes al respecto te lo impida?
Es cierto que hay temas que requieren un análisis más profundo para tomar consciencia de la razón por la cual estás en una situación así, comprender, perdonar, tomar una decisión y dejar ir para esos casos siempre es bueno tomar una
psicoterapia para resolver y comprender todo de una manera más profunda. Finalmente nadie conoce mejor que tú la situación en la que estás, sin embargo cada persona tiene su propio límite y tiempo en el cual dice ¡No más! Claro que no llega de la nada, sino que es producto de una serie de esfuerzos y deseos en conjunto con el escenario apropiado para que puedas resolverlo. Por eso nada pasa por casualidad sino que es una oportunidad para que puedas vivir más ligero de equipaje.
Lo primero que tienes que recordar como regla general es que nada malo sucede cuando das ese paso y que cuando ves en retrospectiva no te parece tan grande ni tan difícil el obstáculo. Tomando en cuenta esto, sigue estos tips:
1. Piensa en el "Y si sí", en el "Cómo sí" y en el "Qué pasaría si...", es decir, invierte tu tiempo imaginando en qué pasaría si las cosas salen bien, cómo sí pueden salir bien y visualiza cuando ya sean una realidad. Te detienes porque piensas en la peor de las posibilidades, claro es normal tienes miedo o sientes culpa y esas emociones siempre son producto de pensar calamidades. Pero conviene que aprendas a dirigir tu pensamiento y que no sea al revés.
2. Cuando haces este ejercicio es posible que te des cuenta que debes reforzar alguna cualidad, aprender alguna habilidad o mejorar en algún aspecto; esto puede ser cierto, así que ¡¡Hazlo!! La mayoría de las veces sucede que efectivamente eres muy bueno en eso que crees que te hace falta, sólo que eres demasiado perfeccionista, pero créeme no necesitas estar listo ni ser un experto para que las cosas te salgan bien. Tu guía interna te está diciendo que es el momento justo, así que no lo pienses demasiado.
3. Más que pensar, imagina, visualiza, recrea, pero sobre todo siente en el presente esa sensación de tener lo que quieres ahora y que ya sea un hecho. Esta es una herramienta poderosísima porque te dispone para que prestes atención a la mejor y más grande las posibilidades.
4. Piensa más en la recompensa por haber dado el paso, en la satisfacción por haber librado el obstáculo por encima de tener el resultado que esperas, muchas veces las cosas no salen como habías imaginado porque no es lo mejor para ti, por eso donde debes centrar la atención es en liberarte de esas emociones y creencias que te impiden hacer lo que deseas. Para que puedas fluir y dejar todo en libertad.
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