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Reflexiona antes de reaccionar


¿Te ha pasado que dices o haces algo sin pensar y después te arrepientes? Bueno, pues no eres el único, de hecho podría asegurar que nos ha pasado a todos y también es probable que creas que no puedes evitarlo o cambiarlo o que no tienes el control de tu conducta o de tus pensamientos, pero créeme que estás en un error.

Reacción versus reflexión y acción | Psicología del Espíritu | México

Reacción se define como la consecuencia o resultado de una determinada acción; como una resistencia, fuerza contraria u opuesta a algo. Ante ciertas conductas de los demás tú tienes dentro de tu inconsciente una serie de reacciones ya programadas que están destinadas a garantizar tu supervivencia, tu integridad física y moral, tu reputación o tu lugar dentro del sistema familiar y social; pero muchas veces estas reacciones programadas te generan un sentimiento de culpa o vergüenza, además de conflictos con las personas. Dichas reacciones junto con sus consecuencias son las que generan esos patrones repetitivos de relación por ejemplo con la pareja, además de que también sustentan condiciones de vida alrededor del dinero, de tu situación laboral y de tu salud.

Es probable que conozcas tus reacciones, lo que desconoces es la causa y el propósito de ellas; por ello conviene que te eches un clavado a tu interior y que te conviertas en un observador de ti mismo, por supuesto que es muy complicado observar todo, así que te propongo que realices estos pasos para facilitarte la tarea:

1. Escribe en tu libreta de cabecera aquellos patrones repetitivos, aquel conflicto que te sucede con frecuencia, aquella situación estresante que vuelves a vivir una y otra vez a pesar de que cambias de contexto. Descríbelas brevemente.

2. Elije una con la cual quieras trabajar, no puedes hacerlo con todas a la vez porque es demasiada información y te perderías en ella. Puedes organizarlas por orden de prioridad para ti en este momento de vida.

3. En una hoja dividida a la mitad, escribe y reflexiona sobre aquella reacción que elegiste y pregúntate ¿Por qué reacciono de esa manera? Como te he he comentado en artículos anteriores, la única utilidad de hacerte esta pregunta es encontrar las creencias limitantes que sustentan tu conducta y que conviene romper. Cuando termines es imprescindible que te preguntes ¿Para qué reacciono de esta manera? ¿Qué quiero evitar? ¿Qué quiero favorecer? Las respuestas escríbelas en la otra mitad de la hoja. Indaga repetidamente sobre la respuesta que obtengas a esta pregunta hasta encontrar el fin último, el propósito de tu reacción. Por ejemplo, puedes encontrar respuestas como: "Si no lo hago, no me respetarían", entonces el propósito es obtener respeto, el cual es un fin muy positivo para una relación armoniosa pero que se puede obtener de otra manera.

4. Con la primer columna haremos un ejercicio del cual te hablaré la siguiente semana, por ahora toma la segunda columna y reflexiona de qué otra manera puedes obtener ese propósito, busca ideas y aprende otras estrategias, desarrolla planes, elije sistemas y métodos; te aseguro que existen muchos caminos para llegar al mismo punto, incluso puedes inspirarte en personas que admiras y que ya reaccionan de la manera en la que te gustaría. Sin duda, serán alternativas más asertivas y que fortalecerán tu inteligencia emocional.

5. Por último, toma acción. No hay cambio ni aprendizaje sin completar todo el proceso, así que el último paso es tomar acciones conscientes, no importa cuánto demores ni el trabajo que te cueste, te aseguro que cuando menos lo imagines y casi sin esperarlo, habrás reaccionado de manera muy diferente, con más calma, más reflexivo que reaccionario y te sentirás muy orgulloso de ti mismo, además de que la calidad de tus relaciones mejorará considerablemente.

¡¡Mucho éxito!!

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