¿Qué hago con mi sensibilidad?

Tu sensibilidad es maravillosa pero debes conocerla y aceptarla para que pueda ser tu aliada y no sólo te desmorones cada vez que algo suceda. La sensibilidad va más allá de llorar al ver una película o a un perrito de la calle, tu sensibilidad es lo que favorece la conexión contigo mismo, con las personas y con el universo así que es un gran tesoro y recurso que conviene que aprendas a manejar porque tanto te puede acercar como alejar de ti mismo tan fácil y rápido como seguramente ya lo has experimentado.

Te comparto algunos tips o pasos que he aprendido a través de mi experiencia y que he visto que funcionan en las personas que asisten a consulta conmigo:

1. Acéptala y siente, eres un ser humano y tienes una gama increíble de sensaciones y emociones que provienen de múltiples estímulos que recibes a través de los sentidos, no los rechaces.

2. No juzgues nada ni te juzgues a ti por sentir como lo sientes o reaccionar como lo haces, el juicio es lo que estropea todo, las cosas son como son deja de juzgarlas como buenas o malas porque eso te predispone a lo que sucederá después y refuerza la programación mental, familiar y social de donde proviene.

3. Respira, es tan simple que pensamos que no funciona, pero es de lo más efectivo porque te ayuda a que circule toda la información sin que la bloquees en alguna parte de tu cuerpo, si la respiras, circula a la velocidad que tenga que ir y si permaneces sin darle vueltas a la idea en tu cabeza, la sensación pierde velocidad y se desacelera para finalmente ceder.

4. Muévete y sacúdete o mejor que eso: baila y canta, también puedes dibujarlo o escribirlo, pero sácalo de tu sistema.

5. Finalmente sólo quedará contigo una vibración serena y en calma que te ayudará a entrar en contacto contigo misma de una mane ra amorosa y respetuosa y ahí es donde te encontrarás a ti misma. Te sentirás más fuerte e incluso con una sensación física de grandeza. El encuentro contigo misma facilitará el contacto y conexión con todo lo demás, en realidad con lo que quieras conectarte.

Con tu conexión y claridad sólo tendrás que aprender a desapegarte incluso de tus propias convicciones acerca de cómo quieres que sean las cosas o personas, de esa manera y con práctica (mucha práctica) te darás cuenta que tu sensibilidad no era el problema sino el juicio y la fantasía de control sobre ti, las personas y las cosas que te rodean.

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