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No tienes que hacer nada para que algo suceda; todo siempre se va desenlazando de acuerdo a como tú eres, piensas y sientes. Si permites que tu pensamiento y emoción pasen de largo; lo que eres se hará cargo de tu vida y tus acciones siempre van en sintonía con ellos; así que más que controlar o pensar en lo que tienes que hacer, es conveniente que te enfoques en cómo lo estás pensando y sintiendo.
Por lo tanto en lo que debes centrarte es en deshacer todo pensamiento que esté en desacuerdo con lo que eres realmente en esencia; lo demás no te define pues eso puede cambiar, es decir, puedes cambiar tu forma de pensar e interpretar lo que te sucede y eso hace que tu experiencia sea diferente, por lo tanto, aquello que percibes no es nada y tu forma de pensarlo lo es todo.
Sí importa lo que hagas, pero desde este punto de vista, importa más lo que piensas y sientes porque de esa forma ejecutarás todas tus acciones diarias. Es muy sabido que expresamos un mínimo porcentaje con las palabras; pero expresamos mucho más con todo aquello que no decimos y con la intencionalidad que le imprimimos a nuestras acciones. Esa intencionalidad está hecha de creencias, ideas, prejuicios y emociones; por eso vale mucho la pena examinarlas y deshacerlas puesto que interfieren con nuestro ser cuando no están en armonía con Él.
¿Y cómo saber cuando nuestros pensamientos, emociones y acciones no están en armonía con el Ser? Es muy muy sencillo; cuando no sientes paz, libertad y amor, tu mente y corazón no están en armonía; pero no tienes que hacer nada con ellos mas que dejar de juzgarlos como algo terrible, las cosas son como son y tú piensas y sientes como piensas y sientes; no es malo ni bueno, simplemente sino te invaden de paz, alegría y amor, no te definen; por lo tanto, examínalos de esa manera y quédate en paz.
Fluir te será sencillo en la medida en la que te deshagas esos obstáculos que te provocan miedo, incertidumbre y te hacen sentir vulnerable. Nos deprimimos, nos llenamos de ansiedad, de rencor y de rabia,no por los hechos en sí, sino por la manera en la que los interpretamos; por eso no tienes que esforzarte por hacer las cosas diferente sino por pensar y sentir diferente con respecto a las cosas, para que las cosas solitas sucedan. Este es un ejercicio diario que dura toda la vida, así que no desesperes, al contrario, ten confianza de que finalmente lo lograrás pues eso es lo que te corresponde.
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