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Estrés postraumático, características y recomendaciones.


El estrés postraumático surge después de un evento en el que la vida corre riesgo, puede suceder en casos de violencia física o sexual dentro o fuera de casa, así como en desastres naturales como el que recientemente estamos viviendo en diferentes partes del país y del mundo. El estrés postraumático puede presentarse de manera inmediata o bien a las semanas o incluso meses después del suceso.

Se ha encontrado una relación directa en la manera en la que los padres superan el trauma y la facilidad con la que lo hacen los niños, será mucho más complicado para un niño o adolescente superar el trauma si los padres presentan dificultades para ello: de tal manera que un niño puede incluso rehusarse a hablar más del tema lo cual le impedirá elaborarlo y sanarlo. Saber manejarlo adecuadamente es clave para sanar y evitar que el trauma se presente de maneras diferentes o recurrentes.

La respuesta varía según la edad, género, nivel de desarrollo, antecedentes emocionales o psiquiátricos, factores familiares y económicos y proximidad física al evento traumático; sin embargo si observas que presentas las siguientes características o bien algún familiar, amigo o compañero de trabajo es necesario buscar ayuda:

  1. Responden ante dichos sucesos reviviendo de manera espontánea lo sucedido a través de pensamientos, recuerdos o sueños; o bien puede haber algún detonante como un sonido, olor o imagen que le recuerde lo sucedido.

  2. Síntomas físicos como taquicardias, sudoración, mareos, náuseas o sensación de vómito.

  3. La persona siente culpa y trata de revivirlo con la intención de haberlo evitado o haber hecho algo diferente.

  4. En ocasiones, especialmente los niños se rehúsan a dormir solos y durante el juego reviven los eventos traumáticos por eso es tan importante dejarlos jugar porque a través del juego elaboran las emociones asociadas al tema.

  5. También pueden aparecer conductas llamadas de evitación que consisten en evitar cualquier idea, emoción o actividad relacionada con el tema. El niño puede rehusarse a regresar a sus actividades normales para evitar sentirse ansioso o temeroso, lo cual puede mermar su desarrollo escolar y social.

  6. En ocasiones disminuyen su interés por actividades en general o en niños pequeños se presentan también regresiones en etapas de desarrollo que ya habían sido aprendidas como el control de esfínteres o el lenguaje.

  7. Presenta ansiedad que se siente cuando no quiere estar solo ni para ir al baño o dormir y trastornos de sueño como el insomnio o terrores nocturnos, puede haber irritabilidad, en los niños aumento en los berrinches y agresividad, también dificultades para concentrarse y mantenerse alerta.

  8. De tal manera que la persona puede presentar depresión, ansiedad, problemas de sueño, reacciones en el aniversario del evento traumático, o bien, los síntomas pueden reaparecer cuando el momento o el lugar detonan el recuerdo, también puede limitar sus expectativas con respecto al futuro. También se presentan flashbacks sobre lo acontecido.

  9. Si la presenta un cambio en su comportamiento como: bajo rendimiento escolar o laboral, dificultades en el sueño, disminución de interés en actividades que antes le importaban o en caso de los niños en el juego, sus relaciones familiares y/o sociales, debe ser atendido. Al igual que si presenta inseguridad, irritabilidad, negatividad, ansiedad (preocupación excesiva de que algo malo le pasará a sus seres queridos) o incluso ataques de pánico.

Recomendaciones:

  1. Infórmate, la educación en materia de salud mental y emocional te ayuda a conocerte y a no sentirte avergonzado o culpable por expresar o sentir algo en particular lo cual te ayuda a elaborar todo más rápido.

  2. Evita que sea un tema tabú pero tampoco conviertas ese tema en algo recurrente ni te expongas demasiado al mismo tipo de información.

  3. Crea un ambiente en el cual el niño o adolescente puede hablar del tema si lo desea sin temor de preocupar a sus padres o ser reprimido. Rodéate de personas positivas y que deseen tu bienestar.

  4. Expresa lo que sientes de manera verbal, a través de un dibujo o de manera escrita; lo que mejor te siente está bien.

  5. Si eres padre o amigo de alguien con estrés post traumático y no sabes qué decir o cómo reaccionar, sólo escucha y ofrece tu hombro, pregunta en qué puedes ayudar.

  6. No te desesperes, es normal sentirse así y recuperarse requiere tiempo. El primer periodo para superar una situación difícil se experimenta como un duelo, sentirás tristeza, ansiedad, miedo, culpa y enojo; recuerda que las emociones están para sentirse, aceptarse, respirarse y dejarlas ir.

  7. Aprende estrategias de relajación y meditación.

  8. Si tienes fuiste afectado directamente, ve un día a la vez y asegúrate de dar pasos constantes para recuperarte. Si fuiste testigo, regresa lo antes posible a tus actividades cotidianas. Recupera tus hábitos sanos como dormir bien, comer adecuadamente, hacer ejercicio, tener lecturas reconfortantes, escuchar música agradable, regresa a tu hobbie favorito.

No dudes en acudir con un profesional, todos somos diferentes y cada uno necesita cosas diferentes para salir adelante, así pide la ayuda que necesites en cada momento y asegúrate de dar pasos a diario.

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