¿Tiempo libre de mamá? Pensarás que eso no existe. Pero, sí existe.
El tiempo es una herramienta de la que dispones diariamente para hacer con ella lo que quieras. Es como el dinero porque depende de cómo lo inviertes para que te genere los dividendos que necesitas; requiere de tu conocimiento, concentración, compromiso e inteligencia para saber cómo utilizarlo a tu favor; y sobre todo de qué sepas en qué lo vas a invertir. Así como sucede con el dinero que se va en gastos hormiga, con el tiempo también pasa lo mismo, así que debes ser cuidadoso y administrarlo correctamente. La diferencia con el dinero es que el tiempo no regresa.
Consideremos dos aspectos importantes acerca del tiempo:
1. El tiempo es una concepción mental que depende de la idea que tengas al respecto del momento presente, de lo que creas del futuro y del recuerdo que tengas de tu pasado, todo ello genera un estado de ánimo que hace que tu vivencia del tiempo sea de determinada calidad. Es sencillo comprender, por ejemplo que si te sientes feliz el tiempo pasa rápido, pero si sientes temor seguramente sentirás que pasa lento. El tema es que si todos contamos con 24 horas al día ¿Por qué hay quienes son más productivos mientras que otros no? Sigue leyendo para que quede más claro.
2. Cuando hablamos de tiempo libre, hablamos de un tiempo para ti, donde te sientas en libertad de hacer lo que quieras, ir a donde desees y con quien quieras, hablamos de que durante ese tiempo sientas que puedes ocupar tu tiempo en actividades que te hagan sentir bien. Para tal efecto pregúntate: ¿Si ahora mismo tuviera el tiempo que necesito en qué lo invertiría? ¿Sabría con exactitud las actividades que haré, el tiempo que les dedicaré y lo que pretendo obtener de cada una de ellas? ¿Puedo asegurar que me sentiré libre y satisfecho conmigo mismo si invierto mi tiempo en determinada actividad? Si no tienes la suficiente claridad al respecto, una buena manera de ocupar tu tiempo es descubriéndolo.
Tu sensación del tiempo está determinada por la claridad que tengas acerca de lo que quieres en la vida, por el aprecio y el agradecimiento que sientas por lo que ahora tienes, por la liviandad de tu corazón al respecto de tu pasado y por la esperanza que tengas hacia el futuro. Incluso te darás cuenta de que en la medida en la que cambies ciertos paradigmas podrás disfrutar más de tu tiempo con tu familia, amigos y contigo mismo. Ideas como: "Madre de tiempo completo", "Cuando eres madre, tu vida entera se detiene", "El quehacer de casa nunca se acaba" y muchas más que ya te has de imaginar, entonces ¿Qué pasaría si fuera diferente? ¿Qué pasaría si fuera posible otro tipo de vida? ¿Qué pasaría si rompieras con todo eso y crearás una historia diferente para ti? ¿Pondrías todo de tu parte para cambiarlo? Recuerda que se trata de cambiar ideas no hechos, tus hijos, tu hogar, tu empleo y todo lo demás seguirá ahí, sólo se trata de cambiar tu idea acerca de cómo deberías relacionarte con todo ello.
Así que muchas madres se quejan de que no tienen tiempo libre porque sus hijos duermen tarde, porque sus hijos no se sientan a comer y es más pesado y terminan más cansadas, o porque su marido no coopera. Es cierto que los hijos requieren atención, pero nuestra cultura es muy demandante en la relación madre-hijo y en el rol de esposa; además existen más variables en torno a los conflictos que se generan alrededor de las dos relaciones más íntimas que podemos tener, precisamente porque nos sirve de espejo en el cual nuestros miedos y nudos más profundos se evidencian.
La solución práctica es que sepas cómo formar hábitos en tus hijos, en ti y en toda la familia que les ayuden a crecer sanos y a ser independientes, a fomentar su iniciativa, compromiso y responsabilidad consigo mismo y con las necesidades del hogar que comparten, hábitos como el sueño, la higiene, la cooperación en casa, la buena alimentación, el juego sano, la comunicación asertiva, te ayudarán a ahorrarte muchos desaguisados y a contar con más tiempo de calidad con tu familia y contigo misma; te hará sentir más plena y realizada y ¿A quién no le sirve el ejemplo de una mamá feliz? ¿Acaso no aprendemos más con el ejemplo que con una letanía de mamá?
Ahora que si de estrategias se trata, elige la que quieras pues cualquier te va a funcionar, siempre y cuando recuerdes lo que leíste en este artículo.
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