El poder de tu mirada
- Caanly Hernández Galán
- 21 jul 2019
- 2 Min. de lectura
Lo que sucede en una relación siempre es cosa de dos, importa cómo tú te sientas contigo mismo, lo que pienses de ti, cómo te veas a ti mismo, así como el amor, el aprecio y respeto que te tengas, lo que trabajes para mantener y recuperar tu paz y tu felicidad, así como la manera en la que lo compartes con alguien y la conciencia al tomar tus decisiones; pero hay una influencia que es innegable y que existe en la interacción humana y es la manera en la que miras, piensas y sientes a ese otro ser humano y la forma en la que eres pensado, sentido y mirado.

¿Te has fijado que con algunas personas te sientes más apreciado y motivado, en cambio con otras personas te sientes la persona más débil e insegura? Es por la manera en la que te piensan, sienten y miran.
Esta influencia es mucho mayor en niños pequeños y disminuye en la medida en la que creces y te creas un autoconcepto, fortaleces tu autoestima y tus convicciones. Y como todo, esto no es bueno ni malo, simplemente es algo que sucede en las relaciones interpersonales y que podemos utilizar conscientemente para influir de manera positiva en los demás sobre todo si son personas a quienes amas y te interesan. Puedes amar a alguien pero no tener una buena opinión de él o peor aún no confiar ni tenerle fe, y esta situación es muy desafortunada y poco realista ya que el cambio y el aprendizaje está al alcance de todos y todos contamos con lo necesario para lograrlo.
Sin embargo, en una relación de pareja destructiva e insana no debes demorar para finalizarla ni tampoco esta influencia te debe significar la justificación para continuar en ella; todos tenemos nuestro tiempo y una cosa es ver al otro con fe y confianza y otra muy diferente es que el otro se encuentre en el momento y disposición para hacer uso de esta influencia y cambiar, o que tú tengas que esperar a costa tuya a que eso suceda. Sin embargo tan sólo con conservarla en tu corazón puede ayudarnos a realizar los cambios con mayor motivación y fortaleza cuando ese momento llegue.
No puedo ser lo suficientemente enfática para señalar la importancia y relevancia que esto tiene en la educación en casa a través de los padres y en la escuela, a través de los maestros, esta influencia es total, no negociable y permanente cuando de niños pequeños se trata, su efecto es innegable aún pasada la edad de la adolescencia y podría asegurar que subsiste en la relación entre padres e hijos durante muchos años más, disminuye cuando has realizado el suficiente trabajo personal como para saber quién eres y cuando comprendes que haya discrepancia en la opinión de alguien más.
Indaga bien dentro de ti y transforma lo que piensas, sientes y visualizas del otro y , verás cómo tus relaciones comienzan a mejorar.
Somos seres humanos y no máquinas lo cual significa que somos susceptibles, en mayor o menor medida, en las relaciones humanas; así que toma consciencia de la influencia que ejerces sobre los demás y utiliza amorosamente el poder de tu mirada.
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