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El dulce atractivo del salto al vacío


Sabemos que la zona de confort es aquella en la que no pasa nada, te sientes cómodo, tienes tu trabajo, tu familia, tus relaciones y ahí la vas llevando, haces cosas en automático precisamente porque son rutinarias y ya te las sabes. El asunto es que no dura demasiado porque la vida es un constante ir y venir, hay cambios, subidas y bajadas. Así que de pronto pierdes el empleo, tu familia se ve sacudida por algún cambio fuerte o simplemente ves en ti una creciente insatisfacción, sientes que has estado demorando algún cambio . ¡¡Entonces sucede!! comienzas a moverte y a salir de tu zona de confort, tomas decisiones con determinación y aprendes algo nuevo, te vas a vivir solo, dejas el empleo, tus amigos se casan o se mudan a otro lugar y entonces comienzas a hacer nuevos amigos y a aprender nuevas cosas, a bailar, un nuevo idioma, en fin tu vida se mueve y tú con ella.

La zona de aprendizaje es una etapa muy rica, sientes un nuevo ánimo y nuevas esperanzas, se abre ante ti todo un horizonte que antes sólo imaginabas, te llenas de energía y comienzas a planear otra vez tu vida; hasta que de pronto sucede lo innevitable...

Se te presenta una oportunidad para expandirte en cualquiera de las áreas de tu vida, el miedo se apodera de tu mente pero también sientes adrenalina y comienzas a decirte a ti mismo: "No tengo que hacerlo si no quiero, total no pasa nada", "Antes no estaba tan mal", "Puedo dejarlo ir", "Prefiero seguir aprendiendo", "Quizás no esté listo". Esas y toda clase de creencias limitantes.

Sientes que ir a tu siguiente paso es como un salto al vacío, un voto de confianza a ciegas, una ruleta rusa o un golpe de suerte pero tu éxito depende de que pongas en práctica todo tu conocimiento sin más demora. Lo peor es que la gente a tu alrededor, sobre todo la más cercana te "quiere prevenir" y te dice cosas como "Eso no es posible", "Eres muy soñador, deberías poner los pies en la tierra", "No se para qué lo haces si no tienes necesidad", "Qué no eres feliz ahora/conmigo/así?", "Las probabilidades de éxito son muy pocas, deberías informarte".

¡¡Pero a pesar de eso, lo haces!!

Cuando cruzas la línea, entras a la zona de pánico y saltas al vacío sientes una emoción indescriptible, la adrenalina te mantiene activo 2o horas al día, mil ideas creativas vienen a tu cabeza y el mismo logro te lleva a la convicción y a la confianza. Encuentras cartas bajo la manga que de otra manera no te habrías dado cuenta que tenías.

No te voy a mentir, muchas veces las cosas no te salen bien y es porque este proceso no es estático, se repite "n" cantidad de veces porque cuando comienzas a automatizar tus conocimientos tu área de confort se agranda y te ves en la necesidad de aprender más cosas todo para verte de nuevo en zona de pánico una y otra vez. Esa es la adrenalina en la que viven constantemente los innovadores, inventores, descubridores y soñadores de toda la historia de la humanidad, se convierten en personajes incansables y todos en algún momento de nuestra existencia, en esta o en otra encarnación hemos pasado o pasaremos por ese momento.

Se que tienes metas, es imposible no tenerlas, ellas se encuentran en la zona de aprendizaje, lograrlo no es tan difícil como crees; pero un sueño es mucho más grande, noble y aventurero, un sueño es lo que hizo posible lo imposible como les pasó a los hermanos Wright, Cristobal Colón, Einstein, Martin Luther King, Gandhi y afortunadamente para todos a mil personajes más porque son ellos los que mueven al mundo. La materialización de tus sueños se encuentra ahí, en la zona de pánico.

Hazlo, generalmente las personas se arrepienten más de lo que no hacen que de lo que hicieron. ¡¡No tienes nada que perder y mucho que aprender!!

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