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Dónde queda lo que se calla


¿Te parece familiar la frase: "De esos temas no se hablan en mi familia" o "Es algo de lo que nunca se ha hablado en mi familia"? ¿Te has dado cuenta que cada familia tiene un tema? Un tema es un suceso recurrente en la historia familiar como de enfermedad física o mental, temas financieros como la pobreza o riqueza, abandonos, vicios, abusos sexuales, fallecimientos, separaciones o violencia, entre muchos otros. Lo que se calla no solamente se somatiza ni tampoco se termina con la muerte, sino que se hereda de generación en generación; es decir, lo que en una generación no se resuelve se le hereda a las siguientes hasta que el tema finalmente queda resuelto y liberado; pero ¿Para qué esperar? ¿Acaso no tienes otras cosas mejores que heredarle a tu familia?

Cuando indagamos un poco es fácil darse cuenta que el motivo por el cual no se habla de ciertos temas no son las cargas emocionales, las creencias limitantes o los temas tabú sino la dificultad para hablar sobre ello. Es cierto que nadie nos enseña a expresarnos verbalmente, por lo cual el tema de aprender a comunicarnos de verdad es apremiante porque cuando tan sólo hablamos sobre nuestros sentimientos generalmente experimentamos una sensación de calma y liviandad; muchas veces eso es lo único que se necesita.

La Programación Neurolingüística nos enseña a reconocer la manera en la que una persona está pensando, pero no lo que está pensando, es decir, nos ayuda a averiguar el "cómo", no el "que"; y debido a que todas las emociones son el efecto de un pensamiento, también nos da pistas sobre la razón por la cual una persona se siente triste, enojada, insegura o tiene cualquier otro estado de ánimo, al escuchar con atención las palabras que ocupa para expresar su problema o describir cualquier situación. Es por eso que además de obtener un desahogo cuando te expresas verbalmente, también puedes darte cuenta del nudo que tienes en la cabeza tan sólo con aprender a escucharte.

Sucede con frecuencia en el consultorio que las personas dicen: "Hasta ahora que te lo cuento me doy cuenta de lo ridículo/duro/extraño/doloroso/absurdo/incoherente que se escucha." Y entonces aprendemos una herramienta indispensable que es la auto observación.

Los temas familiares de los que no se hablan podrían comenzar a sanarse si tan sólo aprendes a:

1. Observar y observarte. Los patrones repetitivos de relación, tus reacciones ante cada situación y tu predisposición. Conocer la historia de tu familia resulta muy esclarecedora para comprender algunas circunstancias actuales por las que estás pasando.

2. Escuchar y escucharte. Como mencionaba anteriormente todos tenemos creencias limitantes que deshacer y cargas emocionales que sanar.

3. Manejar tus emociones. Con asertividad, no se vale esperar años porque las cosas no se arreglan solas ni nada sucede "de repente"

4. Respetar las opiniones y decisiones de los demás. Sin importar si la otra persona rompió el trato o el acuerdo entre ambos, tú haces un compromiso de liberar, desapegarte, perdonar, estar en paz y ser feliz; respeta la manera en la que tú y el otro llevan a cabo este cometido, y aunque sea difícil no lo juzgues.

5. Tolerar la frustración y comunicarle de manera asertiva a tu ser querido lo que sientes y necesitas. Nadie somos adivinos, informar a tus seres queridos lo que sientes y necesitas fomenta una relación profunda de comprensión, empatía y respeto. ¿Acaso no te gustaría que te dijera esa persona que amas que aquello que le dices o haces le lastima?

No importa qué tan difícil parezca, todo es difícil cuando no sabes hacerlo o mientras lo estás aprendiendo pero con un poco de práctica y ganas llegará un momento en el que será algo natural para ti.

Vale la pena averiguar métodos y estrategias para tales fines para heredarle libertad, respeto, amor, paciencia y felicidad a tu familia, en lugar de patrones repetitivos dolorosos. La disciplina que desees está bien siempre y cuando logres el objetivo. Puedes consultar el artículo ¿Por qué no logro lo que quiero? para que te asegures el éxito y no te sientas frustrado en el intento.

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