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Lo que hablas es poderoso porque es una expresión verbal de un pensamiento y los pensamientos son poderosos, ellos toman el rol de ladrillos que construyen tu realidad día con día. De esa manera, cualquier cosa que digas es un decreto. No es nada mágico, además de lo escrito en textos sagrados de la mayoría de las religiones al respecto de la importancia de la palabra en la creación del universo y en la transmutación de las cosas; los publicistas, psicólogos y expertos en comunicación saben perfecto que lo que dices tiene un impacto brutal para tu neurofisiología y para quienes te escuchan. De esa manera los grandes líderes impactan para bien o para mal en tu forma de pensar.
Otra de las cosas que nadie nos enseña es a pensar, mucho menos a comunicarnos, así que tenemos que echar mano de lo que vamos aprendiendo y que eso sirva de ejemplo a nuestros hijos, mientras el sistema educativo hace lo propio.
Primero comenzarás por:
1. Crear decretos que expresen lo que deseas de manera consciente.
2. Vas a querer modificar tus comentarios al respecto de lo que sucede, esto te llevará a disminuir los estímulos negativos provenientes de los medios de comunicación, los grupos de facebook a los que pertenezcas o personas nocivas con quienes de a poco te sentirás incómodo.
3. Comenzarás a querer eliminar frases como: "No puedo... (_____)", "Es imposible", "Esto me pasa por tonto", "Qué mala suerte tengo". En fin poco a poco te harás consciente de la cantidad de creencias limitantes que tienes en tu cabeza y querrás hacer algo al respecto.
4. Todo lo anterior se verá reforzado por los resultados que tengas a partir de ser consciente de tus decretos.
5. Te darás cuenta que tu salud, tus relaciones, tus proyectos, tus procesos cognitivos, tu autoestima y todo lo demás mejora notablemente.
Lograr lo anterior es muy sencillo, sigue estos sencillos pasos:
1. Divide una hoja en tres partes y realiza tres listados: el primero será para los sustantivos, el segundo para los adjetivos calificativos y el tercero para los verbos. y anota en la lista correspondiente todo lo que quieras en este momento de tu vida a corto, mediano y largo plazo. Es importante que lo anotes aunque tengas buena memoria; escribir es el primer paso para concretar lo que quieras. Como tip: Para la lista de sustantivos, pregúntate ¿Qué quiero?, para la de adjetivos ¿Cómo lo quiero? y para la de verbos ¿Qué estoy dispuesto a hacer para lograrlo?, ¿De qué manera lo lograré?, ¿Qué quiero aprender? o ¿Qué me hará crecer como persona?.
2. Enumera los tres listados en orden de prioridad para ti y elige los 10 primeros.
3. Redacta con los verbos, adjetivos y sustantivos elegidos las frases que reflejen tu estado de excelencia. Como tip, los decretos que redactes con los verbos: ser, estar, tener, hacer o poder son los más poderosos; además cuida de redactarlos en tiempo presente y en primer persona. Por ejemplo: "Yo soy inmensamente feliz", "Yo puedo aprovechar todas las grandes oportunidades y agradezco al universo por cada una de ellas", "Aprendo rápidamente cada lección, sano mis emociones y me siento liberada". "Fluyo con facilidad con lo que me sucede", "Las cosas siempre me salen bien".
4. Repásala tantas veces como sea necesario hasta que lo que hayas escrito refleje con exactitud lo que deseas y modifícala si deseas. ¡¡También se vale copiar!!
5. Carga contigo la lista y dilos en voz alta al menos tres veces al día. Debes sentir mucho entusiasmo, alegría, optimismo, pasión, de lo contrario algo anda mal, checa el artículo y el video titulado "Intuición y emociones, la mezcla perfecta", te dará pistas acerca de lo que está pasando.
Si te parece difícil, recuerda que todo lo es cuando comienzas a hacerlo, después con la práctica se vuelve sencillo; si no empiezas ahora ¿Cuándo?
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