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Aprender a dejar ir

Quizás no sea muy necesario ahondar en las razones por las cuales es conveniente aprender y saber dejar ir y desprenderse de lo que ya terminó, sin embargo me gustaría reflexionar sobre la naturaleza de la vida y su dualidad en la que los inicios y finales están garantizados y de hecho es precisamente gracias a que termina algo que podemos comenzar de nuevo y está en las manos de cada uno hacerlo con el mejor entusiasmo y la mejor actitud.



Es debido a que soltamos que podamos acoger lo nuevo, de lo contrario te convertirías en un acumulador de emociones, pensamientos y creencias, así como de hábitos e historias y estoy segura que nadie en su sano juicio querría algo así.


¿Por qué no podemos soltar?


Generalmente es debido al miedo y apego, o bien por rigidez que te da una sensación de tener el control de algo en la vida o bien debido a una baja autoestima que te impide elegir lo que más te conviene para avanzar, evolucionar y crecer. Dejar ir es precisamente eso: Crecimiento y aprendizaje en una vida en constante cambio.


Quizás ya sepas que debes aprender a soltar aquello que te está atando al pasado, sea lo que sea, pero no sepas cómo hacerlo y necesites de metodologías y estrategias para lograrlo; te compartiré algunas sin embargo a menos que estés muy resistente a ello no precisas de ninguna para dejar ir lo que se necesite. Piensa en qué es lo que haces cuando terminas una bolsa de frituras o cuando recién terminaste de leer un libro, no requeriste de ningún manual para saber qué hacer, simplemente tiras la bolsa a un bote y colocas tu libro en el estante y continúas con tu vida; sucede lo mismo con cualquier otro asunto que amerite de tu desapego.


Así que el primer paso y probablemente el único que necesites sea este:

  1. Querer soltar aquello que necesitas que fluya.

  2. Aceptar que precisas dejar ir lo que sea que eso sea, para que puedas experimentar la pérdida y pasar por el duelo, lo cual implica un tiempo en el que seguramente sentirás el cambio y su correspondiente vacío, lo cual no es malo, sólo doloroso pero perfectamente normal.

  3. Poner manos a la obra: si son cosas, limpiar tu casa; si se trata de una separación o un cambio de trabajo, hacer nuevos planes; si es acerca de malos hábitos, practicar sobre los nuevos y buenos hábitos; si son ideas, emociones o creencias, cambiarlas por nuevas, puedes leer libros, ir a conferencias o bien escuchar a personas que lo han logrado.

  4. Para todo lo anterior también puedes contemplar la posibilidad de asistir a psicoterapia, en la que descubrirás la causa de tu dificultad para dejar ir y aprenderás a hacerlo, así como también podrás recuperar tu motivación para modificar tu proyecto de vida.


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