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La gratitud es una emoción, una actitud ante la vida y un estado mental muy beneficioso para nuestra salud mental, emocional y física; es un rasgo extremadamente positivo de la personalidad y además se puede entrenar, basta con practicarlo a través de un sistema y un método específico y con eso es suficiente para comenzar a gozar de ese estado tan exquisito y placentero.
La apreciación, mientras tanto, se entiende como el reconocimiento y valoración de que eres, tienes y puedes algo, lo que sea, es un estado lleno de fe y confianza que te mantiene enfocado en el presente, en lo que tienes ahora, es como hacer que lo que tienes ahora se multiplique y enriquezca tu vida. Apreciar es tener en alta estima lo que ahora posees, te ayuda a enfocar tu atención en los pequeños detalles que de otra manera podrían pasar desapercibidos.
La apreciación te permite maravillarte de las pequeñas cosas y eso es justo lo que hace que se multiplique tu bienestar, tu estado de ánimo mejora considerablemente, te conduce a tal estado de éxtasis y plenitud que eso es justo lo que hace que tu atención se pose en las oportunidades, te vuelve más osado, creativo y proactivo, te ayuda a ver el lado positivo de las cosas para que puedas rodearte de cosas más positivas, hasta convertirse en un círculo virtuoso.
No es que no vayas a tener problemas, sino que tu interpretación de las cosas negativas que te sucedan será más práctica y favorable; de tal manera que lejos de que tu experiencia sea fatalista, será más evidente para ti el valor que una experiencia dolorosa trae a tu vida y serás más resiliente, perdonarás más fácil, y tu experiencia de los problemas sean muchos o pocos, graves o simples será menos dolorosa.
En consecuencia tanto la práctica de la gratitud como del agradecimiento son indispensables para tu salud mental, emocional y física, mejorará dramáticamente tus relaciones y las condiciones generales de tu vida.
Practica el apreciar y agradecer ahora mismo, lo que tengas al alcance de tu percepción: lo que veas, escuches, huelas, toques y sientas, aprécialo como lo más y mejor de tu presente, expándete en la experiencia por unos segundos o minutos y observa cómo te sientes. Como todo, en la medida en la que lo practiques verás los resultados.
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