top of page

Capítulo 7.  Los regalos del Reino

Sección II. La ley del Reino

Cuando te ves a ti mismo enfermo o alguien más en esta misma situación, lo estás viendo separado de Dios y a ti junto con él.  Cuando cambias esta manera de concebirte, te curas y la curación es lo que más se asemeja a lo que pensaría Dios de ti y de él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una ley de la mente te dice "crees en lo que proyectas" y también en lo que extiendes, esto es así fuera o dentro de Dios, la diferencia es que lo que hay en Dios es muy diferente a lo que hay en el ego. Desde una perspectiva dual (ego) aprendes de acuerdo a lo que has proyectado fuera de ti.  Desde la perspectiva unificada (amor) no hay necesidad de aprender nada puesto que sólo hay certeza.  Esto sería muy difícil de comprender para ti sino fuera porque el Espíritu Santo hace la función de traductor de las leyes de Dios para que pensando diferente a Él puedas comprenderlas.

Una mente en conflicto, y tu mente lo está cuando te adhieres al sistema de pensamiento de separación del ego, lo que hace es alterar el significado para conservar su forma.  El Espíritu Santo en cambio nos enseña el significado inalterado de Dios.  Ni Dios ni el Espíritu Santo intenta convencerte de la verdad, tan sólo te la comunica para que mediante su conocimiento recuerdes quién eres.  

Debes olvidar lo que has aprendido de ti para que recuerdes quién eres, renunciar a la voz dual que te habla primero (la del ego) para aceptar la voz amorosa y unificada que habla por Dios (la del Espíritu Santo).  Esto te ayudará a no titubear, a ser impecable y consistente.  La comunicación dentro del pensamiento de Dios (Su reino) es libre, directa y unificada y nada puede cambiarla ni afectarla.

Por Caanly Hernández Galán

 

Si deseas una consulta de manera presencial o en línea haz click aquí

bottom of page