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Capítulo 17. El perdón y la relación santa

VII. La invocación a la fe

Toda relación tiene como propósito la santidad, ciertamente no es el propósito que le has dado tú, y es por ello que es estable e inmutable y no depende de tu percepción ni de tus experiencias.  Sin embargo, para que tal propósito se cumpla se necesita de tu cooperación, o sea de tu fe, es decir, de una fe que trascienda los cuerpos, porque al ser así, estás trascendiendo toda la interacción que has tenido o crees que tendrás con alguien, lo cual deja de lado todas aquellas emociones que sueles anteponer la Verdad.  

 

 

 

 

Recordemos que la Verdad, es que Eres Hijo de Dios, tú y todos sin excepción, pero esto sólo lo puedes ver a través de los ojos de la fe porque tus ojos físicos lo niegan rotundamente; por eso sabemos que la resolución de cualquier conflicto que tengas depende por completo de la fe con la que impregnes toda situación o problema y por supuesto a tus relaciones, de hecho de eso depende tu paz porque es a través de esas cosas que te pasan que tienes la oportunidad de cambiar tu percepción y seguir caminando por el camino del desaprendizaje de todo lo que crees que es verdad.

Cuando quitas la fe de la Verdad y la colocas en lo que percibes, en el problema y en los cuerpos, pierdes toda oportunidad de encontrar una paz verdadera y de resolver la situación o el problema.  Por lo tanto, se te pide que tengas fe en que cada rol o papel que cada persona tiene en una situación es perfecta, esto requiere de tu total convencimiento y entrega al propósito de la relación. 

 

En realidad, cuando sientes resentimiento o enojo hacia alguien no reaccionas así debido a lo que él te hizo, sino por lo que tú le hiciste a esa persona, porque cambiaste de percepción, preferiste verlo con tus ojos y no con los ojos del amor, lo ves diferente, validas una ilusión y por eso lo culpas. Lo bueno es que sólo estás equivocado y ambos son igualmente inocentes y la corrección puede darse en cualquier momento que así lo decidas. 

 

Para que puedas vernos a todos tal y como lo hace Dios hace falta fe, y de esa tienes mucha sólo tienes que tomar la decisión de manera consciente y mantenerte ahí a pesar de lo que pase.

Por Caanly Hernández Galán

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