top of page

Tu opuesto, eres tú

Somos uno y el mismo en un sentido muy literal, de hecho esa es la razón por la que las relaciones humanas son tan valiosas ya que la única manera de poder conocerte es a través de tu interacción con alguien más; ninguna relación es producto del azar y todas ellas han aparecido en tu vida con el propósito de que te conozcas, no es para que te reafirmes sino para que te conozcas; no hay lugar a errores o confusiones:

1. Lo que más te gusta del otro, eres tú..

2. Lo que menos te gusta del otro, eres tú.

3. Lo que más admiras y consideras inalcanzable, eres tú.

4. Lo que más repudias y consideras inaceptable, eres tú.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay nadie allá afuera; imagina que somos todos un espejo... roto; una parte parece tan diferente de la otra de tal manera que pareciera ser un rompecabezas sin sentido.  Por eso UCDM insiste tanto en que perdones a tu hermano, que lo veas diferente, que lo interpretes diferente y no a tu modo sino a modo del Espíritu Santo que es el único dentro de la ilusión que sabe cómo armar ese rompecabezas porque te conoce perfectamente; tú no tienes (por ahora) esa claridad por lo tanto no puedes resolverlo solo y muestra de ello es tu rechazo a que esa idea sea al menos posible.

Tú no te conoces a ti mismo, para eso está tu hermano para que al verte, te veas a ti pero no lleno de pecados inaceptables sino como alguien que tomó una decisión de manera equivocada, una sola decisión: verse a sí mismo separado de Dios, si tú lo ves separado de ti estarás cometiendo el mismo error y tomando la misma decisión errónea. Conocerte a ti mismo implica que te ves tal y como Dios te creó con todo y tus partes fragmentadas que por ahora percibes en forma de millones de cuerpos separados de ti a través del tiempo y el espacio.

 

Por Caanly Hernández Galán

Si deseas una consulta de manera presencial o en línea haz click aquí

bottom of page