Capítulo 13. El mundo inocente.

X. Tu liberación de la culpabilidad.

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Por ahora has intentado liberarte de la culpa culpando a otros, es decir, crees que la salvación es sacar la culpa de ti y como crees que debes justificar su existencia la colocas en algo o alguien más, sin embargo, es imposible deshacerse de la culpa simplemente poniéndola en otro lugar, además de que tu validación al respecto de su existencia te hace imposible tener relaciones reales pues al percibir a través de la culpa no estás viendo en absoluto.

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Otra falacia implícita en la creencia de la culpabilidad reside en que crees que su causa está en tu pasado y que el pasado reside en ti, pero el pasado no está en ti puesto que no existe; lo que crees que es el pasado son ideas que aún mantienes en el presente y crees que son tu causa.

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Estos dos mecanismos de la mente dual te mantienen buscando sin posibilidad de encontrar la paz que tanto deseas.  No encontrarás tu paz ni tu liberación cambiando de lugar a la culpa sino dejando de creer en ella y comprendiendo que sin importar donde la coloques mientras sigas creyendo en ella y viéndola aquí o allá siempre te impedirá ver quién eres en verdad.

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En cuanto dejes de justificar la culpabilidad/resentimiento en tu vida, podrás hacer uso de los beneficios que tiene la Expiación para ti y te permitirás ser liberado; la Expiación es la certeza de que nada de esto es real, cuando Expías tus culpas, estás confirmando que son falsas puesto que su causa, el ego, también lo es.  La culpabilidad es la solución al miedo, pero si consideras que sólo el amor es real ya no tendrás miedo de mirar dentro de ti porque verás que a través de tu mirada amorosa, es decir, sin juicio, se desvanecerá todo vestigio de miedo/ataque y culpa/resentimiento y te verás a ti mismo tal y como Dios te creó, de esta manera podrás relacionarte con los demás como contigo mismo puesto que se deshará toda ilusión de separación y te sentirás en Unidad con todo, tal y como fuiste creado.

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Por Caanly Hernández Galán

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