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¿Trato especial para un niño especial?


Ser diferente no es malo ni bueno, simplemente es como somos cuando de verdad nos damos la oportunidad de sentirnos seguros y confiados al quitarnos de la cabeza la idea de que no seremos aceptados.  La forma en la que se define a un índigo o a un cristal conlleva en sí misma la atribución de diferente o especial a alguien con estas características pero debemos ser cautelosos puesto que todos somos diferentes y en esencia somos igualmente especiales.



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por lo tanto, educar a un niño o simplemente pensarlo como alguien diferente lo coloca en un gran riesgo no solo social, sino emocional. Lo predispone a sentirse excluido y no perteneciente a la sociedad, lo cual es muy peligroso porque trae consigo problemas de depresión e inadecuación, así como inseguridad, incertidumbre o inestabilidad, entre otros. Un índigo, sobre todo los jóvenes y mucho mas los adultos viven y se sienten la mayor parte del tiempo de esta forma, sus ideas y formas de sentir y pensar provocan ya de por sí un sentimiento de exclusión y rechazo porque muchas veces no se sienten identificados en el contexto en el que desenvuelven y les cuesta mucho trabajo encontrar su lugar, si esto se fomenta dentro del seno familiar, entonces el sentimiento de no pertenencia se hace cada vez más intenso y difícil de resolver.

Los padres alimentan a sus hijos de muchas y muy diversas maneras no sólo con sus palabras, sino con sus emociones o expectativas del día a día, y a través de sus ideas preconcebidas al respecto de tener un hijo, de su género y de la calidad de vida que tendrá o los genes que le heredará.​  La buena noticia es que podemos hacerlo más sencillo si tan sólo lo ves como un ser humano maravilloso con características tales que en conjunto lo hacen un ser único,  Finalmente nuestra tarea como padres es ayudarle a nuestros hijos a descubrir el luminoso ser que es, más que imponerle una serie de reglas para que se adapte a una sociedad que no se caracteriza precisamente por su sanidad.

Las historias de los índigo son muy extremistas, o bien saben perfecto cuál es su lugar en el mundo o bien batallan muchísimo para encontrarlo; esto no significa que la educación deba ser especial, sino diferente a como la conocemos, los índigo llegaron para romper paradigmas en todos los ámbitos de nuestras vidas y eso es bueno porque es lo que nos ayudará a generar cambios sustanciales en la sociedad, tal como ya ha estado pasando.  Recordemos que en nuestra sociedad, lo que en su momento fue exclusivo y especial, posteriormente se convierte en algo común y cotidiano.  Así que vive el presente y recuerda que si tú eres padre de una persona de la nueva era, ten por seguro que eres el padre ideal, tan sólo debes ser tú mismo y eso es algo que se logra mientras más te liberas de cargas emocionales y creencias limitantes.

Por Caanly Hernández Galán

 

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