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Piensa amorosamente de ti mismo

No se trata de que seas tu mejor amigo o de que pienses positivo, pensar amorosamente de ti mismo 

se trata de que te pienses sin miedo, te aceptes, aceptes primero lo que conoces de ti, te rindas y dejes de luchar contra eso, de esconderlo, avergonzarte o de sentirte culpable; sentirte de esta manera implica que te estás juzgando y juzgar es la trampa del ego para mantenerte atrapado en la esclavitud de los sentidos y en su juego ilusorio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pensar amorosamente de ti mismo significa que después de haberte aceptado con tu luz y tu oscuridad sin querer cambiar nada de eso, pues ¿Quién querría cambiar lo ilusorio?, te veas a ti mismo desde una visión sin juicios.  Después de que la inflamación de las emociones cede encuentras paz y a través de ella es que puedes escuchar la voz que habla por Dios, que dulcemente te recordará quién eres y compartirá contigo su manera de pensar acerca de ti, Él te hablará de Dios y te dirá lo que Él piensa de ti.  También te ayudará a cambiar de parecer con respecto a los demás, pues no podrías pensar amorosamente de ti sin hacer lo mismo con los demás.

Cuando te rindes ante el ego le quitas fuerza porque tu atención ya no estará centrada en defenderte, reconocerás tu indefensión y te sentirás invulnerable.  Te diste cuenta que nada puede afectarte ni modificarte puesto que no te creaste a ti mismo, te sentirás más libre y por lo tanto te será más sencillo estar alerta a la voz que habla por Dios y la aceptarás.

Pensar amorosamente de ti mismo es pensar como Dios piensa de ti, pero para ello debes dejar de considerar que hay otra voz además de la suya para que puedas renunciar a lo que siempre fue nada.

Por Caanly Hernández Galán

 

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