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Qué es la meditación y cómo ponerla en práctica

de manera sencilla en casa

 

La meditación no es poner la mente en blanco, tampoco es sentarse a hacer nada o entrar en una especie de trance y mucho menos es sentarse en silencio a pensar y darle vuelta a las cosas en la mente.​  La meditación podría definirse como la práctica del desapego de las cosas del mundo a través del dominio de la mente, nuestros pensamientos y emociones, por medio de la cual te conviertes en el observador de tus propios pensamientos. La meditación permite el desarrollo de la conciencia ya que la expande. Al meditar dejas a un lado el mundo consciente y abres la puerta a la serenidad y al conocimiento profundo de ti mismo y tu divinidad, aprendes a distinguir lo trascendente de lo que no lo es.  En términos generales consiste en un grupo de técnicas de entrenamiento mental que nos ayudan a mejorar considerablemente la salud física y emocional así como la capacidad mental.

Existen muchos libros en la actualidad que hablan sobre la meditación y cómo llevarla a cabo, pero no hay nada mejor para comprenderla que la práctica misma. De hecho la meditación es en su mayoría pragmática y requiere de entrenamiento.

Algunas prácticas de meditación son bastante sencillas, pero otras requieren de la guía de un experto maestro calificado. Existen múltiples disciplinas de meditación como: Meditación Trascendental, Meditación Zen o Meditación Sahaya Yoga, entre muchas otras. En general, se pone especial atención en la postura porque la espalda debe estar erguida y estirada, con las piernas cruzadas o bien cómodamente sentado, también se puede practicar recostado aunque no se recomienda mucho porque te puedes quedar dormido, la otra modalidad es caminando. También se regula conscientemente la respiración, lo cual ayuda a concentrar la atención en ella y para así facilitar la liberación de los pensamientos. La atención puede estar concentrada en sí mismo o en un objeto externo, todo depende de la escuela de meditación elegida.

 

 

 

La más sencilla consiste en el enfoque de tu atención en el Aquí y el Ahora, como lavar los trastes, bañarte, vestirte, caminar sin pensar en nada más que lo que estás haciendo en este preciso momento. La simple práctica de este hábito genera estados de tranquilidad y paz tales que podrían ser suficientes cuando no se tiene el tiempo de acudir a aprender a un centro de meditación.  Lo más recomendable es que te hagas un espacio de 20 minutos por la mañana al despertar y por la noche antes de dormir, estos son momentos ideales para meditar puesto que tu cerebro no está en un estado beta que es el estado de alerta, sino que está más dispuesto a dejar de pensar porque en el caso de la mañana vas saliendo del estado alfa y en la noche estás entrando en él; el estado alfa es un estado de relajación que sucede de manera natural cuando estamos tomando tranquilamente un café o haciendo una visualización o una lectura cómodamente sentado en tu sillón favorito.  Cuando estás en esos momentos te será mucho más fácil entrar en estados meditativos, porque tu cerebro está listo para generar ondas theta.  Los meditadores profesionales entran en estados más profundos llamados Delta, que es la frecuencia de tus ondas cerebrales cuando estás profundamente dormido, la diferencia es que un practicante avanzado de la meditación entra en estos estados manteniendo la conciencia despierta.

Los beneficios son impresionantes algunos de ellos son:


1. Brinda descanso y relajación más prolongada.
2. Mayor concentración y claridad en la solución de cualquier tipo de problema (escolar, familiar, laboral).  el rendimiento en las áreas de tu vida mejora considerablemente.
3. Mejora la capacidad de atención y concentración en todas las edades.
4. Mejora la presión sanguínea, la circulación, la respiración, la digestión, el sistema inmunológico.  Tu salud puede mejorar de forma dramática.
5. Tiene enormes efectos psicoterapéuticos, ya que ayuda a liberar la tensión, el estrés, mejora conductas impulsivas, agresivas como la ira, la hiperactividad en los niños, etc.
6. Nos lleva a un estado de paz en medio de la agitación de nuestras vidas.

Mi recomendación es que tú la practiques y compartas con tu hijo una meditación breve antes de dormir. Tu ejemplo tiene un impacto duradero y a largo plazo en tus hijos, así que ocúpate de ti y mientras tus hijos estén chiquitos, así como les cuentas un cuento antes de dormir, también pon una melodía suave y guíalo en una visualización linda y breve para que se vaya familiarizando con esta práctica. En YouTube y en Ivoox existen una amplia variedad de meditaciones y visualizaciones guiadas para grandes y pequeños, no tendrás ningún problema en este sentido.

Por Caanly Hernández Galán

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