Capítulo 3. La percepción inocente.
Sección V. Más allá de la percepción.
La percepción te hace creer que estás utilizando tu mente para pensar, pero el pensamiento crea realidad en algún nivel, eso quiere decir que lo que percibes de alguna manera ya lo pensaste y tan sólo eres un testigo de tus pensamientos. Además considera que la percepción surgió justo después de la separación por lo tanto requiere de una conciencia, de un cuerpo y de utilizar el juicio, ser alguien dentro de una fantasía. Por lo tanto, no es pensar en absoluto, la percepción es nada.
El conocimiento nos abarca, sólo al conocerte puedes ser quienes eres; pero conocerte implica que dejes de percibir y por lo tanto de juzgar.
Cuando percibes, fabricas ideas falsas y lo haces desde la creencia de que lo necesitas, crees que careces de aquello que percibes; así se ha inventado todo lo que tenemos ahora: la electricidad y el internet, los empleos y las inversiones, sistemas educativos y alimentarios. Por supuesto que hay inventiva e ingenio en ello pero nace de la idea de carencia: “porque se necesita lo fabrico”, por lo tanto no es creativo y es un esfuerzo en vano que te distrae del verdadero conocimiento.
La evidencia de que no estás en tu mente recta es tu afán por la acción, el conocimiento no la requiere para nada, por lo tanto estás confundido con respecto a lo que eres, ya que al pensar que necesitas hacer algo, crees ser un cuerpo para tener, ser y/o poder.
Con un cuerpo, percibes todo el tiempo y representas en imágenes todo lo que sabes, pero una imagen no es estable ni exacta en su significado pues requiere de una interpretación. El conocimiento por su parte, no está sujeto a ninguna interpretación.
Debido a que percibes, desconoces quién eres y cuál es tu origen y has interpuesto tus propias fabricaciones que si bien son ingeniosas jamás serán tu esencia, a lo mucho la representarán como lo hace una imagen. Y eso te confunde y te distrae.
Tu perfección, tu esencia, no puede ser evaluada por un mecanismo tan inestable como lo es la percepción, porque requiere selectividad y juicio para ser efectiva. Sólo puedes conocerte prescindiendo de ella, utiliza la percepción milagrosa que sana tu mente, hasta que estés en tu mente recta, de esa manera conocerás a Dios para quien sólo eres Luz.
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