Capítulo 14. Las enseñanzas en favor de la verdad
I. Las condiciones del aprendizaje
Hay dos maneras de vivir en el mundo: sabiendo que eres bendito o sin saber que lo eres. cuando sabes que eres bendito difícilmente crees aquello que lo negaría. si no lo sabes, necesitas cumplir con las condiciones para que aprendas que ciertamente lo eres.
Lo que eres no necesitas creerlo pues las creencias es algo que adquieres cuando te concibes diferente a como fuiste creado. Las creencias siempre son falsas porque están basadas en la experiencia de lo falso, el miedo. No es lo mismo creer que eres bendito a saber que lo eres; el saberlo implica que has prescindido de creencias falsas y que has aprendido a tener acceso al conocimiento que mora en ti, porque tú eres el conocimiento.
El conocimiento es, se sabe, no tienes que creerlo para que sea verdad; lo que sí necesitas hacer es estar dispuesto a aceptarlo para que tu experiencia sea testigo de su existencia.
Dentro de ti está el conocimiento y el Espíritu Santo te ayuda a que lo reconozcas. Al respecto de tus creencias las descarta una por una al examinar su causa. Nada que sea fatal proviene de Dios, cualquier idea amorosa, es decir, que no engendre miedo, es conocimiento pues valida tu invulnerabilidad y poder encima de cualquier condición human que te atemorice.
Así que comienza por tener clara esta distinción y disponte a aprender a deshacer las ideas falsas de tu mente para que sólo quede conocimiento por compartir.
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