Capítulo 13. El mundo inocente.
IX. La nube de culpabilidad.
La culpabilidad es el resultado de elegir el miedo en lugar del amor, sólo cuando te sientes en desventaja, en carencia o vulnerable culpas al otro porque crees que así tú te salvas, es decir te libras de toda responsabilidad; pero cuando eso pasa date cuenta que efectivamente te quedas en desventaja, en carencia y vulnerable porque estás validando esa condición en ti y al mismo tiempo afirmando el paso del tiempo y sus estragos en tu vida.
La Expiación te libera de la culpabilidad al deshacer el pensamiento de separación que te hace creer que eres un cuerpo y que estás sujeto a las leyes del universo; al dejar de creer en esa idea eres libre, pues la luz del conocimiento deshace las cadenas de la percepción pero esto no es algo difícil aunque lo parezca tú no tienes que hacer nada para que eso pase más que desear que pase.
Tu deseo te facilitará que veas lo que Dios ve en ti y en los demás, lo cual tomará el lugar de la culpabilidad; nadie nunca hizo nada por lo que ahora estás agobiado, lo que pudieras ver en el otro, lo ves porque está en tu mente y esa película es lo que proyectas. Si ves lo que Dios ve, dejarás de ver esa película y serás lo que eres, el protagonista de la realidad que Dios creó para ti.
Así que no temas ver dentro de ti porque no tienes nada que temer. El primer paso es que te atrevas a indagar dentro de ti y te veas a ti mismo tal y como te encuentres, el segundo es aceptarlo, el tercero es perdonarlo y cuando lo dejas de juzgar se desvanece y eso abre el camino al último paso que lo da Dios, que es la Visión de verte tal y como Él te creó.
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