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Capítulo 7. Las leyes del Reino
Sección V. La curación y la inmutabilidad de la mente.
Tu curación depende de que desaprendas todo lo que ahora sabes de ti y del mundo porque así reconocerás la inmutabilidad de tu mente. El ego cree que puede crear y comunicarse, habilidades que en él están separadas pero en la mente son una y la misma, claramente el ego está equivocado pues la mente es la única que crea. Si deseas curarte debes aprender a curar, de hecho es la única manera en la que el Espíritu Santo se comunica contigo pues esa es Su única función.
Las mentes no pueden dañarse y los cuerpos creen que pueden porque el ego (el hacedor del cuerpo) cree que es la mente así como también cree que puede comunicarse pero el ego está confundido al respecto de quién es. La confusión es una condición que no conoce Dios y por lo tanto no existe. La magia es la habilidad que un cuerpo cree que tiene cuando cree que es la mente, representa la idea de que el sanador es mejor porque tiene algo que los demás no, por lo tanto mientras debilita a uno fortalece al otro. La curación fortalece a la Filiación por completo y sin excepciones.
La curación le devuelve la integridad a tu mente y una mente íntegra está libre de conflicto; la curación es la idea de la integridad en ti y puedes contar con ella para interpretar todo, en el instante en el que la utilices para interpretar todo lo que ves tu mundo cambiará. Cuando la curación se apodera de tu mente reconoces que nada ha cambiado en ti ni en tu hermano. La curación consiste en contemplar únicamente una sola mente en todo y como eso es verdad es consistente y sana cualquier percepción.
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