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Capítulo 15. El instante santo
V. El instante santo y las relaciones especiales
Las relaciones especiales se construyen a partir de experiencias que has tenido y en los juicios que generaste en el pasado, por eso es que en ellas tienes expectativas y necesidades sin satisfacer; el ego toma decisiones y aprende basándose en el pasado.
Es por ello que tus relaciones especiales hablan acerca de ti y de tus limitaciones y al mismo tiempo esclavizas al otro al verlo no como él es ni como Dios lo creó sino como el ego lo ve. En una relación especial no te estás relacionando en absoluto porque tanto su causa como su propósito es falso, es la separación y la fragmentación.
Por otro lado, mientras que Jesús nos guía para experimentar el milagro a través del tiempo, el Espíritu Santo nos orienta sobre cómo salirse de él a través del instante santo, que es la forma en la que podemos tener la experiencia de la Unidad, es cuando tus relaciones están libres de tus expectativas y necesidades y tan sólo las aceptas tal cual son porque tú mismo te reconoces completo, libre y satisfecho.
Al haber completud e integridad en el pedacito de eternidad que es el instante santo, te experimentas a ti en Unidad y a todos como un solo ser expandido.
En resumen, el instante santo es el medio a través del cual te conoces como Dios te conoce y cuando puedes vernos a todos tal cual somos.
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