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Capítulo 5 Curación y plenitud

Sección IV Enseñanza y curación

 

Aunque sea difícil de creer, pero de tu experiencia sólo lo amoroso es cierto y el Espíritu Santo te enseña a interpretar de esta manera todo de nuevo.  Lo que está más allá del miedo está intacto y no se puede perder, sólo debes aceptar que sea así para que seas consciente de ello.  Cuando lo aceptes, lo no amoroso o sea el ego se desvanecerá.

El ego existe en el tiempo, pero ni el tiempo ni el ego son reales, tú sí lo eres y tu nacimiento aquí no es un comienzo sino una continuación porque no eres un cuerpo.  Tus pensamientos pueden hacerte libre pero para eso debes utilizar la herramienta de la Expiación para que sean purificados y puedas compartirlos.  Crear es compartir y ambos son actos/pensamientos amorosos.

Lo que se opone a algo de alguna manera no se puede compartir y los pensamientos del ego son opuestos entre sí en los diferentes niveles e incluso dentro de un solo nivel lo son, por lo tanto no se pueden compartir; en cambio los pensamientos amorosos son incluyentes y universales por lo tanto curan, crean y se comparten.

Tú como Hijo de Dios estás compuesto de pensamientos amorosos de la mente de Dios que compartes con Él, pero ahora que también tienes pensamientos del ego debes primero deshacerte de ellos por medio de la Expiación para que puedas reconocer quién eres y de qué estás hecho, y también puedas aprender a ver a todos tal como son.

Compartir la Voz del Espíritu Santo significa compartir su Visión con todos, es demostrar y reconocer que nada malo puede pasarte, esto se logra a través del perdón que sana tu mente y te ayuda a reconocer que tu única función es perdonar o sanar (que es lo mismo) a todos; de esta manera podrás llevarlos contigo hacia Dios.

Tus pensamientos amorosos –tu herencia- están a salvo y los que no lo son cuando los perdones te darás cuenta que jamás existieron.

 

Por Caanly Hernández Galán

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