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Capítulo 9. La aceptación de la Expiación
V. El sanador no sanado
Lo único que puede sanar es la mente, pues el Espíritu es perfecto y el cuerpo así como el alma son falsos, es decir no existen. Así que si tu mente aún no ha sanado te será difícil reconocer el plan de perdón correcto para tu mente, a menos que estés dispuesto a aceptar que no sabes nada y que necesitas guía.
Ninguna creencia se hace real si se pone al descubierto y la ves de frente; sino al creer en ella, por lo tanto no desearlas más te facilita la tarea de entregarlas y te dispone a seguir la guía del Espíritu Santo. Ver de frente cada idea o creencia del ego sin juzgarla hace que te des cuenta que no es real y no puede hacerte nada, no te define, ni te determina de ninguna manera.
Uno de los errores más comunes que cometemos es que crees que tú eres la mente y el otro es que crees que lo que experimentas con tu cuerpo es real; tu tarea es desidentificarte de la mente y del cuerpo y reconocer que tú como ser inmortal puedes elegir con qué instrumento crear: con el falso o con el verdadero, el falso es la mente dual y el verdadero la mente unificada.
A ti, bajo ninguna circunstancia, te corresponde enseñar lo que es verdad, pues esa es tarea del Espíritu Santo, él puede hablar a través de ti sólo si no crees que es real lo que no lo es. Sólo la luz puede disipar la oscuridad y desde la oscuridad, es decir, desde la confusión, la duda y el miedo, sólo puedes reconocer la luz cuando perdonas y al perdón se llega negándote a juzgar lo que percibes, o sea lo que te pasa de manera alguna.
Conocer ejemplos de quienes ya aceptaron la luz e hicieron a un lado las pesadillas que el ego les ofrece, ayuda a que sepas que la luz está ahí. La sanación procede del Espíritu Santo, por lo tanto tú no eres el que sanas pero la sanación puede venir a través de ti sino interfieres y la única manera de interferir es interponiendo tus creencias falsas acerca de ti y del mundo, si las haces a un lado y dejas todo en libertad, la sanación llegará a ti y a través de ti con facilidad, tu tarea es compartir esa realidad.
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