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Capítulo 16. El perdón de las ilusiones
II. El poder de la santidad
Tu santidad y los milagros están íntimamente relacionados porque es precisamente en estado de santidad cuando el Espíritu Santo obra los milagros a través de ti. Pero para tal cosa no es necesario comprender lo que es la santidad ni los milagros ni mucho menos saber la manera en la que funcionan.
La parte de ti que no lo comprende y quiere entenderlo no representa ningún obstáculo para nada ni nadie, de hecho hay una parte de ti que está completamente en paz y lo comprende perfecto, esa es tu Espíritu. A pesar de que los milagros son naturales a ti te parecen todo lo contrario, incluso pueden parecerte sobrenaturales o producto de actos de magia, pero no porque lo sean sino porque debido a la culpa y el miedo tu mente no está evaluando correctamente y está confundida de lo que es natural y lo que no.
Nunca has obrado un milagro solo porque estaría fuera de las leyes de Dios en las que la Unidad que somos está implícita. Aceptar a Dios y a los milagros implica negar lo que crees saber y por eso te resistes tanto, pero finalmente es a Dios a quien deseas sólo que lo buscas donde jamás podrás encontrarlo.
Si tu interpretación de la realidad niega a Dios entonces ten por seguro que es falsa y quédate en calma para que tu corazón se aquiete y se disponga a recibir la visión amorosa que compartes con él.
Decídete a dejar de negar a Dios e intentar comprenderlo suelta todo y vive el día con la expectativa amorosa de su encuentro.
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