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Capítulo 5 Curación y plenitud

Sección III. El guía a la salvación

El perdón sana tu mente sólo a través de otro, para ello lo que se te pide es que veas al Espíritu Santo en todo lo que percibas para que así puedas compartir con tu hermano lo que Él ve, es más fácil que comprendas esto a través de la experiencia.  Dicho de otra manera, el Espíritu Santo representa la idea de la curación de tu mente que se refuerza en ti cuando la compartes.  Tu manera de percibir a tu hermano tiene que ver contigo y con él porque ambos forman una sola mente, así que si reconoces al Espíritu Santo en él, lo reconoces en ti y compartirlo te harás más fuerte porque escucharás con mayor claridad, por ahora su voz es débil en ti pero eso es sólo cuestión de tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Espíritu Santo es un pensamiento que surgió como respuesta a tu idea de separarte de Dios; entonces la tarea del Espíritu Santo es deshacer lo que el ego ha hecho dentro de su mismo contexto, de esta manera te será más fácil comprender.  Al comprender el mensaje del Espíritu Santo aceptas las ideas de Dios sobre ti.

El tiempo es cosa del ego y la eternidad de Dios, pero el único aspecto del tiempo que es eterno es el presente, por eso hay que buscarlo constantemente.

El Espíritu Santo busca la conciliación y la paz puesto que comparte la idea de Dios de que no hay un opuesto a Él ni a ti porque son uno, mientras el ego se defiende de esta y todas las ideas que refuerzan a Dios porque al mismo tiempo esas ideas lo niegan a él, entonces por eso siempre está en guerra. 

Para sanar la idea de separación de tu mente el Espíritu Santo reinterpreta todas tus percepciones, así que ve el mundo como un lugar de enseñanza y para ello utiliza los opuestos y el contraste porque así elegirás la paz y compartirás su visión y la extenderás a todo.

 

Por Caanly Hernández Galán

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