Disciplina, concentración y armonía a través del Yoga
El Yoga es considerado la ciencia del autoconocimiento nace en la India como un intento de trascender las condiciones ordinarias del ser humano. Yoga significa unión con uno mismo, unión con el universo y con lo divino. A través del Yoga logras un pleno estado de serenidad, el cual te permite centrarte mientras permaneces atento a lo que acontece a tu alrededor, razón por la cual es recomendable para niños hiperactivos y distraídos, ya que ayuda a canalizar mejor la energía.
Además purifica nuestro cuerpo y mente y nos libera
de todas las perturbaciones mientras estimula en
nosotros sentimientos positivos y una felicidad tal
que hace que las relaciones con la familia y
compañeros de escuela y trabajo se fortalezcan.
El Yoga no consiste solamente en posturas físicas
o formas de respirar, su práctica es más profunda es
una forma de ver la vida, son actitudes respecto al
ambiente y a las personas, es el establecimiento de
un balance, de la auto observación y la confianza
interna y con lo divino y la capacidad de relacionarse
con ello. De tal manera que la práctica del Yoga es una
disciplina integral que te ofrece herramientas para la
transformación del cuerpo, las emociones y la mente
y las relaciones que mantenemos con el mundo.
También ayuda a sanar dolores físicos y emociones indeseables. La práctica cotidiana de la disciplina nos enseña a dominar nuestra mente y nuestros sentidos, transformando la impaciencia en calma, la incertidumbre en fe, la negatividad en esperanza. Aleja de nosotros la ansiedad, la frustración y la depresión.
Por estas y muchas razones es una buena
base para una saludable vida adulta en
muchos sentidos. A través de la práctica
del yoga los niños aprenden a respirar
y relajarse fácilmente y así hacer frente
a las situaciones de crisis en las diferentes
etapas de la vida. Ayuda también a
mejorar la concentración y a combatir
el estrés.
Son innumerables los beneficios que
se obtienen de dicha disciplina,desde el
desarrollo muscular y flexibilidad, hasta
una autoestima más elevada, baja el nivel
de estrés, mejora la habilidad y destreza,
armoniza el carácter y promueve una mejor
comprensión e interacción con los demás,
además de que ayuda a mejorar
el rendimiento escolar.
Muchas madres se preguntarán si su hijo podrá mantenerse atento y quieto durante la clase, en realidad es sorprendente lo que los niños logran cada día. La edad ideal para iniciar a tu hijo en el yoga es a partir de los 4 años, ya que pueden comprender mejor las instrucciones de cada uno de los ejercicios y lo que se espera de ellos. El Yoga se realiza en un ambiente agradable, limpio, ventilado y silencioso. Se lleva a la práctica a manera de juego, sin exigencias y a un ritmo tal que el niño no pierda la concentración. Los niños que la practican se sienten más motivados y con actitud positiva y alegre.
Como en todo, no es recomendable que obligues a tu niño a hacer algo que no quiere, pero sí puedes darle a conocer las diferentes alternativas y con tu ejemplo seguramente todo será más facil.
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