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Capítulo 7. Los regalos del reino.
Sección IV. La curación como reconocimiento de la verdad.
La verdad está sujeta a las leyes de Dios quien desconoce el estado mental en el que estas parecen no estar, o sea el ego, que es el estado mental en el cual la mente está enferma y desde ahí cree que puede desaparecer las leyes de Dios.
El Espíritu Santo te inspira a curar tu mente y Dios te da la certeza de que el estado de plenitud producto de una mente curada, es un hecho, el Espíritu Santo actúa a través de ti y de los demás para recordarte que vive en ti y en los demás y que juntos Su poder es ilimitado.
La creación sucede sólo en la mente y cuando tiene lugar, puedes reconocer las leyes de Dios actuando en ti y en tus pensamientos, de esta manera olvidas lo que crees de ti y lo que percibes será correcto porque tu interpretación de ello es amorosa, es decir, libre de miedos.
Si utilizas tus recursos para un solo fin durante un tiempo prolongado, tus esfuerzos se unifican y logras resultados; cuando entregas todo al Espíritu Santo Él utiliza todo eso para sanar tu mente y así te haces uno con la mente de Dios. Usar a la mente de Dios para pensar sobre todo lo que percibes te ofrece la certeza de que tienes y eres todo lo que Dios ha dispuesto para ti.
Cuando tu mente sana eres invulnerable e inofensivo al igual que tu hermano porque olvidas el miedo y recuerdas al amor.
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