Cree en ti y vuelve a reír
Puede ser que no siempre pero sí en algunas ocasiones o en determinadas situaciones esto te resuelta muy difícil y hasta irresponsable, esto es así porque te has creído el juego del ego y por lo tanto:
1. Crees que tienes que hacer grandes esfuerzos para ser merecedor de lo más y lo mejor;
2. No crees que eres merecedor de recibir ayuda y por eso te gana la soberbia y el orgullo
3. Dudas que eres espíritu y no cuerpo
4. Quieres ganarte por mérito propio todo lo bueno que la vida tiene que ofrecerte
5. Sólo crees en lo que perciben tus sentidos.
Es decir te has identificado con el ego, así es él, esto es típico del ego.
Imagina que de pronto estás como si nada y de pronto te enteras que eres el hijo del más grande magnate de Dubai, toda tu vida has estado engañado y ahora sabes que tienes a tu disposición prácticamente lo que quieras. Seguro estás sonriendo y hasta habrás sentido que tus problemas actuales (al menos los económicos, laborales, profesionales, hasta emocionales y familiares) ya no te duelen tanto ¡¡Qué rico verdad!!
Bueno, en el sentido más esencial esto es absolutamente cierto, sólo que estás tan entretenido siendo el testigo del drama de tu vida que no escuchas la voz de Dios que te está diciendo: "Todo está bien". Dios no hace nada más por ti ni por el mundo porque en verdad confía en que Su creación, o sea tú, es perfecta y está esperando con total certeza a que te des cuenta de ello y digas "ah caray me equivoqué", te rías de ti mismo y le entregues todos tus problemas para que puedas gozar de una mente sana, con una cordura totalmente restablecida, respires y vuelvas a sentirte en casa.
Ahora cierra los ojos y búscalo dentro de ti con la total certeza de que tarde o temprano lo encontrarás...
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