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Capítulo 17. El perdón y la relación santa
I. Cómo llevar las fantasías ante la verdad.
Todo lo que has vivido aquí, todas tus preocupaciones y tu estrés son ilusorias, ideas que emanan del miedo y la culpa y que son proyectadas a modo de circunstancias y condiciones de vida en contextos que reflejan aquello en lo cual has depositado tu fe.
No necesitas ni cambiar nada ni hacer nada, ni ser perdonado de nada, sino sólo ser despertado de la hipnosis en la cual tienes embelesados a tus sentidos, sea lo que sea que desees es rebasado por la realidad, a la cual no tienes que hacerle nada pero sí debes mantener tu deseo, pues eso es lo que hace que sea real en tu experiencia, pero también tu deseo de cambiarla hace que en lugar de ella sean fantasías las que vivas, esto te da una idea del poder que tienes y no es para menos pues eres el Hijo de Dios.
No intentes llevar a la realidad tus ilusiones pues al hacerlo la verdad se fragmenta y no la puedes conocer, ni vivir mas que de manera parcial y eso hace que tu vida ya no sea verdad sino fantasía, en lugar de eso lleva las fantasías a la verdad, es decir, con todo tu corazón y fe entrega tus dolores y también tus alegrías y permítete que sea el Espíritu Santo quien restituya tu visión, no te preocupes por nada mas que por estar dispuesto y atento a que se logre, que sea el único deseo que haya en tu corazón, la respuesta siempre es inmediata, pero en la medida en la que lo practiques, tu resistencia disminuirá y todo tu ser se colmará de amor, de paz y alegría, y así será tu experiencia en el mundo; tu cuerpo estará aquí pero tendrás la claridad de que al ser falso, tu estás en la realidad, esto es el auténtico desapego: tener los pies en la tierra y el corazón y mente en el cielo.
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